En la mente de Trump, los aliados estafan a EU. Y les “pondrá un alto” con aranceles
- Redacción/La Patria Nueva
- 6 abr
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El panorama de la economía mundial se ha visto sacudido en los últimos meses gracias a las continuas amenazas arancelarias de Donald Trump. El Gobierno de Estados Unidos está a punto de anunciar qué pasará con los temidos gravámenes que afectarían a sus históricos socios comerciales y a gran parte de los países del mundo.
El Presidente Donald Trump lleva semanas anunciando estos aranceles con cierta avidez. Habla del “día de la liberación” de su país. En su mente, los aranceles recíprocos son simplemente medidas para reequilibrar las relaciones comerciales con países que, en su opinión, llevan décadas aprovechándose de Estados Unidos (EU) tratándoles injustamente.
En las importaciones de la mayoría de los países, la idea es imponer recargos, aduaneros o no, equivalentes a los impuestos a los productos estadounidenses. Salvo que, en realidad, los derechos son a menudo más elevados. Por ejemplo, hace unas semanas dijo que el IVA aplicado en Europa era un derecho de aduana encubierto, salvo que también se aplicaba a los países europeos.
Con México y Canadá, por ejemplo, dice que el déficit comercial de Estados Unidos es un “financiamiento” para los socios del T-MEC. Una interpretación arbitraria, o un conveniente malentendido. Pero con eso en mente, intentará “vengarse” de aliados que lo “estafan”.
Desde Asia hasta América, pasando por Europa, los países se preparan para responderle a un Presidente que no parece en el ánimo de reconsiderar sus amenazas.
Obvio, los mercados amanecieron nerviosos la mañana de este miércoles por el anuncio arancelario. El S&P 500 bajó levemente el miércoles. El rendimiento del bono del Tesoro a 10 años retrocedió por cuarto día consecutivo hasta cerca del 4.12 por ciento, su nivel más bajo desde principios de diciembre. Los precios del oro subieron a máximos casi récord porque sirven de refugio ante la incertidumbre. La disputa arancelaria ha generado preocupación por una desaceleración del crecimiento económico, lo que ha provocado una fuerte caída de las acciones de pequeñas empresas.
Los aranceles que ya han entrado en vigor incluyen impuestos del 25 por ciento sobre algunos productos de México y Canadá; del 25 por ciento sobre todas las importaciones de acero y aluminio; 20 por ciento extras sobre productos de China. Sólo algunos productos de México y Canadá están sujetos a aranceles después de que la administración Trump los suspendiera hasta el 2 de abril sobre automóviles y productos elegibles para el comercio libre de impuestos bajo el Tratado entre Estados Unidos, México y Canadá.
Los nuevos aranceles sobre China se suman a los diversos aranceles aplicados durante la administración Biden y la primera administración Trump. Los aranceles que se aplicarán próximamente incluyen un arancel del 25 por ciento sobre las importaciones globales de automóviles a Estados Unidos, que entrará en vigor el 3 de abril. Los aranceles cubren automóviles terminados y autopartes, aunque las piezas que cumplen con los requisitos de comercio libre de impuestos bajo el T-MEC permanecerán libres de aranceles por ahora.
Que nadie se escapa
Trump ha advertido que habrá para todos los gustos: Europa, Japón, México o Canadá, países aliados o no. Desde el inicio de su mandato amenaza a sus vecinos con aranceles antes de anularlos, creando una incertidumbre poco apreciada por los mercados financieros, especialmente febriles en las últimas semanas. No ha anunciado qué aranceles se aplicarán a qué productos. Será una sorpresa cuando haga su anuncio, a las 14 horas tiempo del centro de la República mexicana.
La Casa Blanca también ha dejado claro que los aranceles se aplicarán inmediatamente. La Presidenta de México, Claudia Sheinbaum, dijo que esperará hasta el día siguiente para responder. El Primer Ministro de Canadá, Mark Carney, afirmó que responderá golpe con golpe. Junto con China, México y Canadá son los países sobre los que pesa la mayor amenaza.
“Los europeos saben que la Unión Europea se verá muy afectada, pues ya sufrió una guerra comercial durante el primer mandato de Trump”, declaró desde Bruselas Pierre Benazet, periodista de Radio Francia Internacional. Pero la presidenta de la Comisión Europea insiste en que la UE tiene “un plan sólido”, y Ursula von der Leyen sigue confiando en una solución negociada.
Pero para muchos es una ilusión esperar hacer entrar en razón a Donald Trump, como hizo el anterior presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, con el lema “le demostraremos que nosotros también podemos ser estúpidos”.
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